Testimonio de los afectos.
No recuerdo cuanto tiempo llevó reunirlos, ni tampoco haber abusado de alguna jornada. Se fueron juntando poco a poco y cada uno de ellos escuchó charlas distintas y acompañó distintos afectos compartiendo una copa comentando sobre la vida, lo bueno y lo malo que lo azaroso de la misma trae consigo, pero sobre todo de lo maravillosa que es y de la oportunidad de compartirla con quienes tienen un lugar especial.